domingo, 3 de mayo de 2009

AMANECER

Miraba por la ventana con la inocencia perdida del ayer, en sus ojos se reflejaba el paso de los años, toda una vida de emociones y sentimientos se agolpaba en su mente, recordando cada paso que realizo, cada momento que vivio, cada mirada y cada gesto que recibio. En la oscuridad de la noche las gotas de lluvia resbalavan por el cristal y se filtraban por las juntas de la ventana, su mano las acaricio, recordando las lagrimas derramandas en el ayer, recordando como habia dejado pasar su vida, como se fueron escapando los años , como durante siglos habia estado vivo.
Escucho los gritos de la gente herida, de las personas a las que habia matado, de las que se habia alimentado, y vio sus ojos, sintio su aroma, el aroma de la sangre que tanto le habia llamado, ahora se perdia vagamente en la eternidad.
Cerro los ojos y intuyo su sonrisa, su mirada, su vida, ella le observaba, ella estaba alli, lo miraba atraida por su necesidad de alimentarse, habia acudido a su llamada, en todos sus años vividos, nunca la habia encontrado y estaba aquí, la deseaba y la amaba, se agazapo sobre el... sus ojos centellearon y entonces la tomo, su vida desaparecio fujazmente, se volatilizo con la sangre que emanaba hacia el, sintio la punzada de dolor al perderla, y se quedo en la ventana, esperando el amanecer.

Maria Neus Ramis Homar